A contraluz

Girando ciento ochenta grados desde las visiones angelicales, me aproximo ahora a su opuesto. Y digo aproximo porque de lo que me apetece hablar es de vampiros.
El mito de la criatura que se alimenta de la sangre de sus víctimas es uno de los que más me ha fascinado siempre de entre los mitos de monstruos. Y ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones, pero yo me quedo con esta: "El Ansia", con Catherine Deneuve, David Bowie y Susan Sarandon. Quizá se aleje de los convencionalismos, pero me pueden su estética impecable, su banda sonora (esa "Bela Lugosi's dead", de Bauhaus) y sus diálogos:

No hay liberación, cariño, ni descanso. No hay escapatoria. Los humanos mueren de un modo, nosotros de otro. Su fin es definitivo, el nuestro no. En la tierra, en la madera putrefacta, en la oscuridad eterna, veremos, oiremos y sentiremos. (Miriam Blybeck, Catherine Deneuve, a John Blybeck, David Bowie).
* * * * *
-Sarah: "¿Qué está tocando?"
-Miriam: "Lakmé, de Delibes". Lakmé es una princesa de la India. Tiene una esclava llamada Malika".
-Sarah: "Malika"
-Miriam: "En el jardín mágico cantan su llegada al manantial subiendo el río, deslizándose sobre el agua".
-Sarah: "¿Es una canción de amor?"
-Miriam: "Ya se lo he dicho, la cantan dos mujeres".
-Sarah: "Parece una canción de amor".
-Miriam: "Entonces debe serlo".
-Sarah: "¿Se está insinuando, señora Blybeck?"
-Miriam: "Miriam"
-Sarah: "Miriam"
-Miriam: "Que yo sepa no, Sara".
* * * * *
-Miriam: "Sólo hice una simple incisión. Te tomé sangre y luego tú tomaste la mía".
-Sarah: "Estás loca".
-Miriam: "Me perteneces. Nos pertenecemos".
-Sarah: "Tengo que largarme de aquí".
-Miriam: "Volverás. Volverás cuando el ansia duela tanto que pierdas la razón. Tendrás que aplacarla y entonces me necesitarás para que te enseñe cómo".
-Sarah: "Estás loca".
* * * * *
Dormirás seis horas de cada veinticuatro. Te alimentarás un día de cada siete y, a partir de este momento, jamás envejecerás ni un minuto. Serás joven eternamente. Formas parte de mí y no puedo perderte. Estoy condenada a vivir eternamente, sin descanso, sin fin, y necesito que lo compartas conmigo. Después de cierto tiempo olvidarás lo que eras y empezarás a amarme como yo a ti. Para siempre, para siempre jamás. (Miriam a Sarah)

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A veces ángel, a veces demonio
siempre yo...