Si son asiduos a
Blogalia, convendrán conmigo en que es un placer leer muchas de las interesantes bitácoras que en esta comunidad se alojan (o con ella se relacionan). Al fin y al cabo, su diversidad abarca un número importante de intereses y/o estilos.
Si no lo son, ¿a qué esperan para darse una vuelta? Aquí tienen
una muestra reciente.
Y ahora, me van a disculpar, pero debo sacudirles un poco las convicciones. Desde hace unos días, vengo pensando que esa actividad resulta futil, trivial; casi, casi... una lástima (Alto, retengan el tomate en su mano sólo unos instantes más) comparada con la posibilidad de tener una conversación en vivo, tomando una cerveza fresquita, con varios de esos blogalitas (Ahora sí, ¿no?).
De la primera parte de esta KDD en dos etapas ya dieron cuenta
PJorge (según dicen, blogalita por adopción) y
Akin. En aquella ocasión, los refrescos fueron en la
Quintana de Santiago. La música de fondo la puso en gran parte
Milladoiro.
Y anteayer viernes tuvo lugar la segunda y final etapa. Esta vez junto a la
playa de Riazor en La Coruña y, además de
Jaio como invitada de honor, estuvieron
Ender,
Pawley,
Vendell,
Fura y la que suscribe, que de nuevo se escaqueó de las fotos. Se dice en Radio Macuto que por allí andaba también
ElDa, aunque se escapó antes de que se le pudiera echar el guante.
Aprovecho para disculparme por la fuga precipitada, motivada por el recuerdo súbito de una cita previa que casi olvidé.
Supongo que de nuevo nos acusarán de endogámicos, ahora hasta en las KDDs. Y bueno, ¿qué le vamos a hacer si resultó así aunque la invitación era abierta?
Lo único que yo puedo hacer al respecto es recomendar una de estas reuniones. Si teneis la oportunidad, no la desperdicieis.